Pablo Huneeus
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Urbi et Orbi 69. Domingo 9 de Enero de 2000

LOS LIBROS DE LAGOS Y LAVIN.
por Pablo Huneeus

En un mundo regido por el dinero, no es raro que los dos finalistas del Mortal Kombat presidencial sean, justamente, dos economistas, ambos con sendos estudios de post grado en USA, Ricardo Lagos en Duke University, North Carolina. Joaquín Lavín en Chicago University.

Lo raro es que ambos hayan demostrado desde temprana edad ser buenos para escribir. Lagos publica en 1961, cuando tenía apenas 23 años, un "bestseller" intitulado "La Concentración del Poder Económico" ( Editorial del Pacífico, 4 ediciones en 12 meses), mientras Lavín, a los 33, lanza su "Chile Revolución Silenciosa" (Editorial Zig-Zag) que en 1987 también alcanza 4 ediciones en los primeros 12 meses, además de una en inglés.

Ambos nos adentran con soltura y maestría al realismo mágico del Mocondo económico, cada uno, por cierto, mirando la selva estadística desde su particular perspectiva. Lamentablemente para las letras chilenas, tan necesitadas de ensayistas, estos precoces pensadores se encuentran hoy tan ocupados peleándose el sillón que parecen haber olvidado las palabras que un día confiaron al papel. Cual hijos expatriados por sus propios padres, jamás exhiben sus libros en la campaña y en lugar de diseminar tanto folleto colorinche, bien los podrían reeditar. Son textos sumamente instructivos y ni en librería se encuentran.

¿O será qué otra cosa es con guitarra, y mejor olvidar pasos de juventud?

Por orden de aparición, el primero en su solapa afirma que el "joven abogado don Ricardo Lagos Escobar, ayudante de la cátedra de Economía Política en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile es una de las figuras más destacadas de su generación".

Efectivamente, a los estudiantes de los tiempos de don Jorge Alessandri nos impresionó este flaco de Leyes (era delgado, moreno y alto) que llega a estremecer las papadas del Club de la Unión y encima aparece en la revista "Time" apuntando el dedo a la infatigable gula de los ricos.

Cuando todavía se creía que el capitalismo por sí solo lleva a la democracia económica, y que todos íbamos a ser accionistas -de proletarios a propietarios de los medios de producción, era la consigna-, entonces advierte Lagos que "la existencia de los grupos económicos es un hecho real."

Luego de explicar que es un cartel, un trust familiar, un holding, y un grupo económico describe los efectos nocivos de la concentración de la propiedad industrial en pocas manos, efectos que según analiza, han llevado a Estados Unidos e Inglaterra a dictar sendas leyes anti monopolios para salvaguardar su crecimiento.

Todo esto, mucho antes de demostrarse que mientras la IBM y la CTC fueron monopolios, boicoteaban el desarrollo de la computación y de la telefonía respectivamente.

Partiendo Lagos por la agricultura chilena, encuentra que el 0,7% de las propiedades ocupan el 62% de la superficie cultivable. Descubre el mismo síndrome en los demás sectores hasta establecer que sólo once grupos, formados alrededor de los bancos, controlan la casi totalidad de la economía nacional.

Fue la primera noticia que tuvimos del fenómeno, un augurio anticipado del modelo neo liberal que daría poderes omnímodos al sistema financiero, llevando hasta a los propios caminos del país a ser regentados por consorcios extranjeros.

"La concentración de capitales y el crecimiento empresario es una realidad que no se puede destruir con leyes" afirma en la página 172… "Pero estas grandes unidades de producción son de dominio privado. Ahí reside el defecto del sistema capitalista, pues los beneficios que se obtienen de ellas, a expensas de los grandes sectores de la sociedad, los aprovechan unos pocos y les permiten continuar aumentando el poder económico que ya tienen."

"La única y verdadera solución es, entonces, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales deben pasar al Estado." (p.173)

"Una medida eficaz, de aplicación gradual, radica a nuestro juicio, en el control estatal del capital financiero, del capital bancario."

Concluye llamando a que "Por difícil que sea esta reforma, ella tiene que producirse, pues sólo con la modificación profunda de la estructura económica actual se podrá conseguir que el desarrollo y el progreso alcancen a todos los sectores de la comunidad. Provocar y dirigir ese cambio orgánico es el reto que la historia ha planteado a la generación presente, reto que ésta no podrá desconocer ni eludir."

Por su parte, el libro de Lavín, escrito según dice, con información del Centro de Documentación de la empresa "El Mercurio", presenta una imagen pujante del país durante el régimen de la familia Pinochet.

"Durante la última década", empieza, "Chile ha experimentado profundos cambios que están modificando la forma en que las nuevas generaciones viven, piensan, estudian, trabajan y descansan. La manera en que visten, los alimentos que adquieren, la forma en que distribuyen su tiempo libre, las ciudades en que prefieren vivir, las carreras que quieren estudiar. Todo está cambiando".

Vamos bien, mañana mejor, es el tono de esta verdadera arenga de optimismo que debe haber lanzado a batallones enteros de ejecutivos al ataque. Entusiasma leerlo.

¿Y cómo no va a entusiasmar saber que la Patria vibra con "la esperanza del Kiwi" (p.49) y el "boom de los Atari" (p.80). Los hoy desaparecidos Atari ¿los recuerda alguien? eran unos juegos que usaban de pantalla el televisor. "Mellafe y Salas equipó un taller con treinta Atari, en el que se ha capacitado hasta ahora a cinco mil profesores, los que se transformaron en los principales propagandistas de estos pequeños aparatos. Dejaron de ver a los computadores personales como enemigos…Desde entonces las ventas de Atari se han incrementado a un ritmo espectacular".

¡Bravo! para Mellafe y Salas y para la celebrada " conexión Neozelandesa, que comenzó con la adquisición de un porcentaje de acciones de la Compañía de Petróleos de Chile Copec, por parte de Carter Holt Harvey, de la Sociedad Productores de Leche, Soprole, por la New Zealand Diary Board, y de Papeles Bío-Bío por Fletcher Challenge, y se ha extendido a otras áreas de la actividad económica."

Suma y sigue: "A lo largo del país surgen nuevos polos de desarrollo. Emergen Arica e Iquique".

"Labores que antes estaban reservadas al sector público, han comenzado a ser efectuadas con éxito por empresas privadas. Las Instituciones de Salud Previsional, más conocidas como Isapres, con un millón de beneficiarios, han generado una demanda por servicios de salud cubiertos por el sector privado."

"Poco a poco, Santiago ha dejado de ser Chile. El desarrollo económico y la integración con el mundo están haciendo que las regiones comiencen a tener vida propia, cada vez más independiente de la capital."

En cuanto a la célula básica de la sociedad: "Especialmente en las tardes, y a toda hora los fines de semana, la familia entera, con el matrimonio y los hijos, va de paseo al supermercado. Es probable que a la entrada del establecimiento una banda de músicos entretenga a los niños, los que jugarán también en aparatos eléctricos o tendrán la oportunidad de darle la mano al Ratón Mickey, al Pato Donald o a otros personajes que se pasean entre las góndolas." (p.117)

Y refiriéndose a la estratagema de permutarle a los trabajadores de empresas nacionales sus fondos de pensiones por acciones, exclama: "Sin duda, el cambio más trascendente, por sus efectos y proyecciones que van mucho más allá de la propia empresa, lo constituye el hecho de que alrededor de 25.000 trabajadores han adquirido acciones de la compañía en que trabajan"

En esta silenciosa revolución, asegura, el proletariado está pasando a ser accionista de Soquimich, de CAP, de Ecom, de Chilectra y de Endesa, empresa que define como "la sociedad anónima de mayor patrimonio en el país."

¡Alabado sea Dios! Porque el eje de las privatizaciones fueron, precisamente, esas acciones que pronto debieron vender los trabajadores a los carteles que se apropiaron de dichas empresas.

Pero ¡no importa camaradas!, es el leitmotiv de la obra, porque todo está cambiando, y la modernidad avanza rauda de página en página hasta llegar en la 137 a anunciarnos que "En los Almac cada producto tiene su código, lo que le permite a la cajera que lo digite en su teclado, obteniendo de inmediato el precio en pantalla…" Más aún, "muchos clientes del nuevo "Unimarc" de Canta Gallo, en las comuna de Las Condes, se sorprenden cuando la cajera los llama por su nombre o los felicita si están de cumpleaños."

La razón, nos aclara, es la flamante computación que permite leer en pantalla la tarjeta de crédito. Con tales cambios, ahí en vista y presencia de la caja registradora, no nos queda duda que a Chile nadie lo para.

Y el broche de oro, apelando, a igual que su contrincante, a la historia y a las generaciones: "Chile encabeza el ranking latinoamericano como el país con la mayor cantidad de mircomputadores en las escuelas"…La revolución silenciosa: nuevos liderazgos para un país que cambia inserto en un mundo que avanza más rápido que nunca en su historia, con una nueva generación de chilenos que asume el rol protagónico."

Entretenido ¿verdad?, como entretenido ha de ser el libro de cualquiera de los dos que el próximo domingo deba a retomar su carrera literaria.

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