Pablo Huneeus
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Para pensarla:

"We kept our country at peace. We never went to war. We never dropped a bomb. We never fired a bullet. But still we achieved our international goals. We brought peace to other people, including Egypt and Israel." Entrevista al diario inglés "The Guardian", 2011.

El marino de guerra, productor de maní, político decente y humanista mundial James Earl Carter falleció el domingo 29 de diciembre a los 100 años. Sirvió de Presidente de los Estados Unidos de 1977 a 1981.
El lunes 10 de noviembre de 198l, para el diario “La Tercera”, le escribí una misiva, que integra libro “Qué te pasó Pablo”, páginas 209 a 201.

CARTA A CARTER

Dear Jimmy:

Encuentro absurda su reciente derrota en las elecciones para un segundo período, ya que cuatro años no es nada en las Américas. Por eso, quiero sugerirle algunas ideas para evitar tan penosa situación.

Usted fue un líder para el momento. A una nación anímicamente desquiciada por la guerra de Vietnam, usted le infundió espíritu. O sea, cumplió su misión, y en breve plazo. (Si lo bueno es breve, dice el refrán, es doblemente bueno).

Pero míster President, ése no es motivo para actuar como bombero e irse en cuanto apaga el fuego. Si la casa en llamas le gusta, ¿por qué no quedarse con ella? A juzgar por sus emotivas palabras el martes en la noche, por la cara de su esposa, Rosalyn, en la tele y por los lagrimones en directo de su hija, ciertamente lamentan abandonar la Casa Blanca.

¿Para qué se van, entonces? Piense cuánto echarán de menos el avión presidencial, los autos con chofer y demás prebendas del poder. Y todo porque la plebe prefiere a ese actorcillo y politicastro, Ronald Reagan.

Piense también en su patria. Si usted se aleja, ¿no volverá el caos? Para evitarlo, permítame algunos consejos.

1.- UN SOLO CANDIDATO. La ciencia indica que al haber dos o más candidatos puede ganar cualquiera de ellos. Siendo usted Presidente del país más rico mundo y comandante supremo de las Fuerzas Armadas más poderosas de la Tierra, no debía arriesgarse. ¿Qué ejemplo está dando? Por eso la primera medida para asegurar el correcto desenlace de una votación popular es tener un solo candidato, usted mismo por supuesto.

2.- CONTROL. Elimine todo espacio de libre discusión. Imponga censura, disuelva el Parlamento, decrete receso político, vigile a los sindicatos, nombre interventores militares en las universidades, controle los canales de televisión y pásele plata al diario absoluto.

3.- PROPAGANDA. Machaque sin pudor ni vergüenza su melcocha ideológica de corte mercado–patriotero por la tele. Además contrate agencias de publicidad para inventarle slogans, rezos, spots publicitarios y hasta cancioncitas en favor suyo. ¿Caro? Pero amigo Jimmy, ¿para qué está el presupuesto nacional, y los gastos reservados?

4.- SHOCK. Haga saber que si usted no saca mayoría, se vuelve al caos, cae la bomba atómica y se reanuda la guerra de Vietnam. Usted salvó al país de una crisis y bien se merece el mando vitalicio.

5.- CIRCO. Si no le da pan a su gente, al menos dele circo. Deje a esos comunistas del Partido Republicano que dirige Reagan reunirse una vez en algún circo. Pero una sola vez, para que no “estrilen”, y después niégueles permiso para reuniones y marchas.

6.- EXILIO. En cuanto usted asumió, Ronald Reagan empezó a decirle cada cosa, no hay derecho. ¿Cómo pretende gobernar si tolera que gente piense distinto? Por eso, expúlselo de Estados Unidos, ¡lejos!

Desterrando a caiga quien caiga estarán muy contentos los empresarios y sin duda mejorará la imagen internacional del país.

Así, dear Jimmy, evitará la incertidumbre que causa no saber de antemano el resultado de los comicios; es como no saber de qué magnitud viene el sismo. Teniendo todo bien amarrado podrá, entonces, sonreír por otro período más de paz y de orden.
Truly yours.

Paul, Chilean writer and sociologist.

Para saber de las réplicas, ver en el mentado libro, la crónica “Los sucesos del lunes aquel”, donde se explica por qué la periodista Cecilia Serrano, alarmada, llama desde TVN y cual latido de corazón preguntó ¿Qué te pasó Pablo?

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