FAX A MI HERMANO AGUSTÍN
por Pablo Huneeus Cox
En la era del fax, uno debía tipear un texto, e introducirlo a hoja por hoja a un aparato que lo transmitía por teléfono a un único destinatorio. Entre archivos olvidados, al fondo del computador encontré el original de este fax despachado veintiocho años atrás a mi hermano Agustín a su mansión de Lombrad Street en San Francisco, California.
No supe si lo recibió o qué. Por eso, si alguien los ve a Cucho y Valeria, porfa háganselo llegar. Dice, textualmente:
17 de mayo de 1997
Queridos Cucho y Vale,
El Canal du Midi al sur de Francia, vena aorta de Occitania, fue construido a mediados del siglo XVII y recién declarado por la UNESCO «Patrimonio Cultural de Humanidad». Te permite navegar desde la Edad Media al Renacimiento, desde viñedos Bordeaux a los Minervois, y del misterio de los Cátaros de Carcassone a la herejía de los Albigenses en Montségur.
Bordeado por corridas eternas de abetos, es un vasto parque de viñas y pueblitos olvidados que recorres por callejones como los de Pirque o Leyda, pero de agua dulce navegable y poblada de patos y garzas. Pasas bajo puentes de piedra, sobre aqueductos y por veintinueve exclusas como las de Panamá pero en miniatura.
Tardamos una semana de Toulouse a Narbonne, siendo el consumo de la nave de 2,3 kilómetros por litro de Cabernet. Pronto, Verónica y yo asumimos el mando de la nave y nos bajábamos temprano a las compras para ofrecer desayuno con baguettes frescas del día y cuisine française de la mejor, en base a una línea de guisos preparados que descubrimos.
Visitamos varios Chateaux, son más bien de batalla los vinos Minervois, pero muy encantadores los viñateros y en una oportunidad brindamos con un Riesling alsaciano, elegante y correcto, obra del viñatero (vigneron) de la familia, pero importado de China.
Efectivamente, el vino es el gusto de la tierra. El Riesling chino es bueno, exquisito, pero con leve aroma a incienso, u opio quizás, que no se da en la civilización occidental.
También conocimos una comparsa de maquiladores, cuya mano de obra básica eran inmigrantes. Con súper maquinas va de un predio a otro haciendo cosechas de uva y embotellados. Hasta impresora de etiquetas llevan.
O sea una maravilla el Canal du Midi. Tanto, que dejé hablado un barco para Septiembre de modo de llevar pasajeros en excursiones de una semana, como las del Poseidón.
A todo esto ¿por qué tengo la idea que ustedes andan de viaje? De ahí seguimos por la Costa Azul a Génova, luego Florencia, Zurich y una semana en París.
Antes, nos habíamos dado un festín de teatro en Londres y Stratford-upon-Avon. Pero antes de seguir, (debo preparar el ceviche dominical, pues viene la horda entera) mándame una línea confirmando el arribo de éste fax.
La madre regio. Andrea y Cristián le compraron la casa a la Tessie aquí al frente, y luego seré abuelo again.
Un abrazo.
(firmado Pablo)