Pablo Huneeus
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MANE THECEL PHARES
por Pablo Huneeus

Esta mañana, mientras me cambiaban las gomas del auto en el Supermercado del Neumático de Avenida España 72, salí a caminar por el que fuera barrio de mi infancia y ahora es arena de estudiantes bravíos. No llegué lejos, pues a fin de aprovechar el agradable sol de primavera, crucé a la vereda del frente, donde me topé a boca de jarro con la mano invisible de la juventud políticamente activa:

«Somos estudiantes, no somos pacifistas. La lucha antiimperialista.»

«¡¡Educación gratis!!»

«Por cada estudiante, un trabajador.»

«Arriba los que luchan.»

«La verdadera lucha está en la calle.»

«La tele miente.»

«Nada nos trancará el paso.»

«No + lucro.»

«Somos pobres, contra ricos.»

«No + clientes. Sí + alumnos.»

«Fuego al capital.»

«Por la razón o la kapucha.»

«Si el presente es luchar, el futuro es nuestro.»

«Luchar, crear, vencer.»

«¡Sin Dios ni amo!»

«Yo no presto el voto.»

«Lesbianas resistiendo.»

¡¡Muerte al patriarcado!!»

«No + de lo mismo.»

«Piñera, chúpalo sin interés.»

«Xorizos insumisos.»

«Labbé, Piñera, Hinzpeter: tiranos.»

«¡Pueblo libre y rebelde!»

¿Pero dónde se ha visto que las paredes hablan? ¿Los rayados de “En Aquel Tiempo” que vaticinaban la caída de Allende? ¿Los de La Revolución Pinguina de 2006 (ver artículo en este sitio)? ¿El Muro de los Lamentos en Jerusalén, el del templo de Salomón destruido por los romanos y nunca olvidado por Yahvé?

Por ahí va: La Santa Biblia, Antiguo Testamento, Libro de Daniel, capítulo 5, «El Festín de Baltazar», rey de Babilonia, quien tenía al pueblo elegido en cautiverio.

Hace un fastuoso banquete, un evento mayúsculo, con mil cortesanos que brindan todos con vino –mucho copete- en honor de los dioses del dinero y la codicia. «Súbitamente aparecen dedos de mano humana, que empiezan a escribir, tras los candelabros, sobre los tapices del palacio real, y el rey vio que la palma de la mano escribía » (Dn. 5, 5-6).

Le temblaron las rodillas de miedo y como no quiso entender las palabras que brillaban en la faz del palacio, llamó a los sabios de la principal casa de estudios del reino, quienes le explicaron que «Mane » significa que Dios ha puesto fin a su mando; «Thecel », que su peso en la balanza no ha alcanzado el requerido para merecer la salvación; y «Phares », que su gobierno se ha quebrantado por la corrupción y pasa a los persas y sarracenos.

En otro reino, no lejos del fin del mundo, los sabios han interpretado las señales metafísicas de modo más académico, escribiendo letras blancas sobre un lienzo de seda azul que cubre de oriente a poniente el frontis de la Casa Central de Alameda 1058:

«170 AÑOS» dice el encabezamiento.
«LA UNIVERSIDAD DE CHILE UNIDA EN EL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA COMO UN DERECHO PARA LOGRAR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA.»

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