NOTICIAS DEL CHILE REAL
por Pablo Huneeus
Mientras la clase política despliega su linda cara en millonarios afiches de campaña, no hay plata para un ferry decente en el lago Maihue y diecisiete campesinos, en su mayoría niños, mueren ahogados al volcarse el bote sin nombre que los llevaba a Maqueo.
Mientras los burócratas de la educación —rectores, empresarios del rubro, decanos— se pavonean con la ciencia y la cultura, uno de los mejores sociólogos del país, el profesor Francisco “Paco” Fernández Mateo, es aventado de la Universidad de Chile tras veintitrés años de brillante docencia e investigación. Todo, en virtud de decretos implantados por la dictadura, que facultan al rector a pisotear la carrera académica y la mínima decencia para favorecer a su camarilla.
—Efectivamente, —dice este profesor beca Fulbright, master de la Universidad de Minnesota, fundador del Departamento de Sociología de la Universidad Austral, —por estar en condiciones de jubilar no tengo derecho a ninguna indemnización (otra legislación de Pinochet aplicada en democracia por los concertacionistas de la Facultad) y como estoy en AFP no tengo desahucio.”
Y mientras todos los mandamases y apitutados a la ubre fiscal exudan con la salud pública ¡Oh que maravilla!, mi suegro, jubilado del Servicio de Impuestos Internos, lidia con un tumor en el ojo derecho. Por el Fondo Nacional de Salud, FONASA, que cubre a la mayoría de la población chilena, le corresponde el Hospital Salvador, donde tras una mañana de espera en lúgubres pasillos, le dan hora para febrero 2006. Única opción: arrégleselas como pueda en alguna clínica privada, donde los presupuestos por la operación que requiere le cobran el equivalente a dos meses de su pensión.