CREDO DEL NUEVO ECONOMISTA*
por Pablo Huneeus
Creo en Dios Dólar todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Milton Friedman, su único hijo,
Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia de la Universidad de Chicago.
Nació de Santa Libertad Mercantil,
padeció bajo el poder de Poncio Popular,
fue expropiado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos del socialismo.
Al tercer año resucitó de entre los momios,
subió el once a los cielos y está sentado a la derecha del Gobierno.
Desde allá ha de venir a rematar a clientes y deudores.
Creo en el Espíritu Santo,
la augusta Empresa Privada,
y la comunión de los bancos.
Creo que Chile empieza en Alto Las Condes y termina en Zapallar.
Creo en el golf, los amigos ricos y la colusión de precios.
Creo en el whisky escocés, el mercado de capitales y el zapato chino.
Creo en desmantelar al Estado, arrasar el bosque nativo y erradicar a los indígenas.
Creo en el perdón de nuestros pecados, la aparición de los desaparecidos y la Junta eterna.
Amén
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* Publicado el 10 de septiembre de 1979 en el diario La Tercera cuando lo dirigía el periodista Héctor Olave Vallejos, y la Presidencia de la República la ejercía el general de ejército Augusto Pinochet Ugarte.
En aquel tiempo, el economista Sebastián Piñera Echenique a sus 28 años ya era gerente general del Banco de Talca. Por su parte, el teniente coronel del arma de caballería, Heinrich Rochna Viola, rector delegado de la Universidad de Concepción, acababa de nombrar Decano de la Facultad de Economía al también veinteañero Master of Business Administration, Joaquín Lavín Infante.
Otro renombrado economista, producto de la misma camada de la Pontificia Universidad Católica de esos años, es Claudio Spiniak Vilenski.
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