LA CHICA QUE DESENTONA
por Pablo Huneeus.
En un día como hoy, 28 de agosto de 2022, pero de 1910, nació doña Virginia Cox Balmaceda, a quien agradezco haberme lanzado a la vida y amamantado con gusto. Hasta entonces, (abril de 1940) éramos un familión de seis consanguíneos 100%, incluyendo a mi ángel de la guarda Anita María víctima de las quemaduras infligidas por el agua hirviendo del anafre eléctrico bajo el cual guardaban cereales y galletas.
Así las cosas, en octubre de 1944, muy temprano de mañana, mientras Pancho y yo dormíamos profundo en el dormitorio que compartíamos en el segundo piso de la casa de calle Mar del Plata 1986, a pasos de avenida Pedro de Valdivia, comuna de Providencia, mi papá, vistiendo su habitual bata larga de color marrón oscuro, nos despierta chocho, con una criatura en brazos.
Seguramente, fue con el brazo izquierdo que abrió la cortina del dormitorio para dar paso a los rayos dorados de sol que inundaron la pieza.
Vean niños, tiene la nariz respinga dijo encantado, mirando con afecto la guagua que mecía suavemente.
¿Nariz respinga? Si algo caracteriza a la estirpe de madrugadores machaca y neuróticos que en complicidad con la cantante Isidora Zegers fundó en Chile un agente financiero de Bremen que el año 1829 se hizo a la vela desde Southampton llamado Georg Huneeus Lipmann, es la nariz aguileña.
A mi hermana María Virginia, que la tenía perfectamente proporcionada, tanto le acomplejaba que a los diecinueve, a expensas del papá, procedió a operársela, quedando para el resto de su vida con una nariz tipo Michael Jackson, ridícula.
En la foto, en Facebook y pronto en Galería aquí:
María VirginiaVirgo, la artista incomprendida, antes de la cirugía plástica que le deformó el rostro; Pablo Miguel bautizado Juan Pablo y apodado El negro; María TeresaTessie; Virginia Coxla mamá, elegante y sonriente, pero incapaz de apaciguar las pataletas de Cecilia, las mismas que hasta el día de hoy irritan. Agustín Cucho, el viñatero, y el Dr. Francisco Huneeus Pancho, inventor de marcapasos.
Todos, en el jardín recién plantado de Avenida Ricardo Lyon 1177, con Mar del Plata, Providencia, hoy sede de la Universidad Gabriela Mistral.
Y mi papá, el ingeniero naval y fundador de la Academia Musical de Providencia, Agustín Huneeus Salas, ¿dónde estaba? ¿Tomando la foto?
No.
Andaba fuera de país, en uno de sus largos viaje de negocios, típicamente de tres o cuatro semanas al final de la guerra, en Nueva York y Amberes por su cargo en la Compañía Sud Americana de Vapores.
¿Cuándo supo que Cecilia no era hija biológica suya, sino de su amigo y socio en la Sociedad Pesquera de San Antonio, Ernesto Prieto Trucco, destacado cirujano infantil que me operó de fimosis, amígdalas, y apendicitis?
Siempre, decía la Virgo, tal como invariablemente y en absoluta igualdad con su demás hijos, nuestro padre quiso a Cecilia. A mi mamá, claro está, jamás le perdonó su traición.
Antecedentes entregados a Seguridad Ciudadana y Vita Mayor de Vitacura en busca de ayuda:
EL SECUESTRO DE CECILIA HUNEEUS EN CALLE FINLANDIA 1838, VITACURA.
Víctima:
MARIA CECILIA PAZ HUNEEUS COX, 4.875.034-6, nacida el 16 octubre 1944 (78 años) casada con JORGE ALBERTO QUIROGA VÁSQUEZ, 4.132.412-0, nacido el 9 julio 1941 (81 años).
Atacantes:
ANDREA CATALINA QUIROGA HUNEEUS, 16.210.164-1. Soltera, abogado, domiciliada en Avenida Cachagua 222, Zapallar, linda casa de playa de Cecilia, su madre, y que está en proceso de apropiársela por medio de presión psicológica y demás ardides típicos de su profesión. Pronto, se va a vivir a vivir a Barcelona. Téngase presente que en verdad es hija de Sergio Echenique Elliot El lolo, no de Quiroga. De físico, es idéntica a su media hermana, la arquitecto zapallarina Noel Echenique Saavedra.
JAVIERA FERNANDA QUIROGA HUNEEUS, 16.368.746-1, nacida el 8 julio 1987. Soltera, periodista, un hijo, domiciliada en calle Finlandia 1858, Vitacura, casa recién comprada, donde habría sido llevado el comedor con banquetas de cuero, de nuestra casa de San Patricio 4262, Vitacura que un buen día Cecilia sustrajo sin consultar a los demás herederos. Ídem con el floripondio del patio, cantidad de lámparas, joyas y antigüedades de altísimo valor.
CRONOLOGÍA:
Domingo 20 de junio 2021: almuerzo Día del Padre en casa de mi hija Andrea Huneeus Vergara. Estaban Cecilia, Alberto, Javiera con su perro, Andrea HV, su hijo Pedro, Verónica Crovari y su marido escribidor.
Javiera muy histérica, gritona y denostadora de sus padres a un nivel jamás visto y notable por su vulgaridad y las injurias y calumnias contra ellos que profería sin cesar ni dejar hablar a nadie.
Miércoles 4 de agosto 2021: Cecilia hospitalizada por TEC en Clínica Alemana. Según, la doctora, tuvo un síncope, a raíz del cual cayó escalera abajo. Al visitarla en la pieza 234, noto moretones en su rostro, como de bofetada a mano abierta, no los tajos y rajones de un costalazo. Además, visiblemente desnutrida, su piel reseca por deshidratación y confundida. Javiera alegando por el millón de pesos que dilapidó su mamá en la clínica. Quiere internarla en algún ancianato de donde no pueda salir.
Miércoles 16 de marzo 2022: Otra vez Cecilia a la Clínica Alemana, nuevos moretones en el rostro por supuesto accidente vascular que habría ocasionado una caída. La visito en su casa y mientras Cecilia vuelve de hacer compras en el Líder, converso a solas con Andrea Catalina en la cocina. Llega Javiera fuera de sí, furiosa con mi presencia.
Jueves 17 de marzo 2022: comida con Andrea H. hablamos de la inconveniencia de sacar a Cecilia y Alberto de su casa, siendo lo más lógico, que recuperen su casa de Cachagua, donde amigos, sobrinas y parientes los esperan con los brazos abiertos.
Domingo 17 de abril 2022: Visita de Cecilia y Andrea Q. después de retirar certificado de lucidez.
Viernes 22 de abril 2022: Visita de Pablo a Cecilia. Miel de regalo y cuasi abofeteo de Javiera en mi contra para que me vaya lejos. Me paré y me puse de frente, firme y presto a golpear de vuelta, situación que la intimidó, limitándose a llamar a la Dra. Huneeus porque tu papá está aquí dejando la cagada.
Jueves 28 de abril 2022: Firma fatal del mandato de su sepultación en vida a manos de sus hijas. Ya le habían sustraído la mesa del comedor de mi mamá. Abogado, Notario, hijas, Cecilia, Alberto y Pablo. Todo a media luz, Cecilia totalmente perdida, bajo los efectos de algún opiáceo (¿Tramadol?) me muestra un aparador chico justo donde estaba la gran mesa de la Comunidad Huneeus Cox.
¿Tienes idea de dónde salieron estos muebles? pregunta.
Fue la última vez que la vi. Entre sus hijas y marido la han incomunicada todo este tiempo cumpleaños, navidad, aniversarios y veraneo al interior de la mentada casa, sin que sus amistades, Seguridad Ciudadana, ni nadie logre liberarla.
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