Urbi et Orbi 74, Domingo 2 de abril de 2000
GURKAS EN MISA
por Pablo Huneeus

Calbuco, 31 de marzo de 2000
Señora
Adriana Hoffmann J.
Directora Ejecutiva
Comisión Nacional del Medio Ambiente
Santiago.

Querida Adriana,
¡Socorro! En el Diario Oficial del martes pasado (21-III-2000) aparece una resolución 494 de la Subsecretaría de Pesca autorizando a una tal Pesquera Burca Ltda., de Talcahuano, a instalar una fábrica de harina de pescado a 2 millas al SW de mi casa.

Sí, la casa junto al mar que tu conoces, en Caicaén, isla de Calbuco. Pero lo peor es que el terreno adquirido por los oficiales de la Armada que forman Burca Ltda, abarca la explanada frente a la capilla de la Inmaculada Concepción de Caicaén, donde un recodo de mar forma una hermosa playa muy frecuentada por la gente de Calbuco.

Ni el municipio de Calbuco, ni la Junta de Vecinos, ni la comunidad natural de residentes, hemos sido consultados sobre este proyecto. Queremos este sector como agrícola y recreacional, y esa verdadera patente de corso ambiental, echa décadas de esperanza abajo.

Más aún, aunque según el Reglamento de Concesiones Marítimas "En general no se otorgarán concesiones en sectores de habitual uso o tránsito público." (Art. 8° D.S. N°660 14-VI-1988), el organismo de la Armada que regula el uso civil del mar (Diregtemar) tampoco parece interesarse en el sentir de la comunidad al momento de estarles tramitando la concesión de una "yoma" para descargar pescado muerto, y a menudo podrido, justo en un área de culto religioso.

¿Nos puedes ayudar? No se trata de una chimenea menos o de un filtro más, sino de redireccionar ese proyecto entero hacia un barrio industrial de área urbana, como la propia ciudad de Calbuco o Pargua, donde quizás sea bienvenido.

Se trata, pues, de imponer el respeto al habitante regional y la debida consideración al paisaje.

Te saluda cordialmente

Pablo