ABOLIR LOS FUEGOS ARTIFICIALES
por Pablo Huneeus

Tras mucho cacareo y turisteo de burócratas, concluye en París la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático.

Medidas concretas para reducir el calentamiento global, ninguna.

Una que bien podríamos adoptar al sur del mundo es abolir los fuegos artificiales. Son puro despilfarro, bullicio y contaminación química; tremendas humaredas tóxicas dejan. Consumen mucho oxígeno y suben la temperatura del viento.

En la foto –ver Imagen– vemos a Valparaíso celebrando su triste Año Nuevo 2014. En abril de ese año, se desató a partir del cerro La Pólvora, el mayor incendio urbano de Chile. El fuego arrasó poblaciones de los cerros Mariposas, Monjas, La Cruz, El Litre, Las Cañas, Merced, La Virgen, Santa Elena, Ramaditas y Rocuant.

Así todo, los políticos destinaron de fondos públicos más de un millón de dólares a la diversión de masas. 30 toneladas de explosivos y a lo largo de la costa que va el puerto mismo a Concón, en 20 minutos, la turbamulta disfrutó de once mil disparos al aire.